Presas

por parir

Historias de mujeres que pasaron de ser pacientes del sistema a de salud a ser tratadas a como criminales

Una serie documental sonora

Una realidad ignorada

Presas por parir cuenta historias de mujeres que fueron perseguidas judicialmente, algunas de ellas privadas de su libertad, luego de haber pasado por abortos espontáneos, partos prematuros o partos en avalancha, todos episodios involuntarios y traumáticos que se conocen como eventos obstétricos. 

Aquí encontrarás relatos de mujeres que no tuvieron información sobre su salud, ni sobre los procesos que atravesaban sus cuerpos, ni oportunidades para acceder a una atención médica adecuada. Varias, ni siquiera sabían que estaban embarazadas. 

Son crónicas de mujeres que atravesaron estos sucesos trágicos en soledad, en condiciones precarias y en contextos de pobreza y vulnerabilidad; denunciadas, procesadas e incluso condenadas sin que se tuviera en cuenta que los eventos obstétricos existen, sin que se considerasen sus realidades, sus condiciones de vida ni las circunstancias que las llevaron hasta la situación por la que fueron juzgadas.

A sus tragedias personales se sumó una cadena de malas prácticas médicas, policiales y judiciales que las revictimizaron de diversas maneras: sufrieron violencia institucional, violación del secreto profesional por parte del personal de salud, maltrato de las fuerzas de seguridad y discriminación en el sistema carcelario.

Un conjunto de injusticias teñidas por los mandatos, los estereotipos y por lo que la sociedad espera de las mujeres y la maternidad.

El sesgo es una moral criminalizadora. El objetivo es el castigo. 

La mayoría de los procesos judiciales revelaron irregularidades y fallas en los modos de producir y valorar las medidas de prueba vinculadas con aspectos médicos. Los prejuicios guiaron las investigaciones, que en muchos casos no registraron el testimonio de las propias mujeres acusadas y, cuando las escucharon, no les creyeron que desconocían su estado o que no se dieron cuenta de que estaban atravesando un aborto espontáneo, un parto prematuro o en avalancha.

En todas las historias hay abogadas, organizaciones feministas y colectivos solidarios que se organizaron espontáneamente, se pusieron de su lado, las acompañaron y batallaron para que sus casos fueran abordados en toda su dimensión social y sin sesgos

En Presas por parir están sus voces y sus nombres, reales o simulados, están los testimonios de sus familiares y de quienes estuvieron a su lado en la búsqueda de justicia.

Ellas dijeron

Aunque sus voces fueron ignoradas, en Presas por parir sus relatos fueron escuchados

“Se me cortó la vida acá adentro”
“Me condenaron por no ser una buena madre”
“Ellos han presentado mi vida como una vida bien, una vida perfecta, una vida sin maltrato, sin violencia, sin nada. Y mi vida no es así, no era así”
“Yo quería solamente tranquilizarme y dormir”
“Me he acostumbrado a la maldad de la gente”
“Por ahí yo sí quería ver a la bebé aunque sea una vez y tampoco se les ha pasado por la cabeza preguntarme”
“Vino la policía y sé que me pusieron esposas en la cama. Y estuve en la cama esposada”
“Yo no sabía que estaba embarazada”
“No tengo imágenes y no recuerdo bien lo que pasó”
“A mí nadie me explicó lo que me pasó. Ni un médico”
“El primer día del juicio fue horrible. Yo decía: No, yo no soy esa persona”
“Yo necesito que me escuchen”
“Ellos me decían constantemente que tuve un bebé y no les creía, no podía ser cierto, yo no estuve embarazada”
“Yo tenía las piernas para arriba y había muchas personas en mi vagina, me pinchaba, algo me pinchaba mucho”
“La vida que tenía se frenó por completo. Mi mundo se congeló”
“Hasta que no te toca no sabés que hay determinados derechos”

Voces de expertas

Presas por parir se construyó también con las voces de profesionales independientes o de organizaciones, que brindaron acompañamiento en procesos judiciales a mujeres que atravesaron eventos obstétricos o cuentan con conocimiento en la materia.

El proyecto

Somos 17 comunicadoras de la Red Federal de Periodistas y Comunicadoras Feministas de Argentina unidas para crear esta serie documental sonora. Un trabajo federal y situado que fue posible gracias a la iniciativa de Derechos Reproductivos, Salud y Justicia en las Américas de International Women’s Media Foundation (IWMF).