Voces de expertas

Presas por parir se construyó también con las voces de profesionales independientes o de organizaciones, que brindaron acompañamiento en procesos judiciales a mujeres que atravesaron eventos obstétricos o cuentan con conocimiento en la materia.

Ileana Arduino

Abogada e Investigadora Penalista. Integrante del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP).

«Una constante en todos los casos es que se asume que la persona que atraviesa una emergencia obstétrica, asociando ‘mujer’ con ‘maternidad’ como si fueran sinónimos, todo lo puede. Y si hay un desenlace fatal, se construye la sospecha de que esa madre, esa ‘mala madre’, algo habrá tenido que ver».

«Es posible identificar en las investigaciones que las hipótesis con las que en general trabajan las fiscalías parten de presumir su responsabilidad, lo que implica un montón de sesgos y la consiguiente desatención de otras posibilidades explicativas acerca de lo que ha pasado ahí».
«En cuanto a las características comunes de las mujeres criminalizadas, en su gran mayoría son personas de escasos recursos, muchas veces con responsabilidades a cargo, con acceso a derechos sociales básicos absolutamente restringido, cuando no inexistente, detectado en su contacto con el sistema de salud pública en el marco de la emergencia».
«Otra sistematicidad es el recurso de la prisión preventiva con muy poca prueba, incluso muchas veces cuando ni siquiera están, por ejemplo, las pruebas de ADN que marcan que ese feto hallado se corresponde con la persona acusada. Las detenciones preventivas sólo se justifican en función de la expectativa de la pena, por ejemplo en el homicidio agravado, que es prisión perpetua».
«La vulneración del secreto médico es una constante en estos procesos. La Corte Interamericana ha establecido que, en el caso de emergencias obstétricas, el secreto tiene primacía absoluta».

«La inversión de la presunción de inocencia se da por asociar maternidad con heroísmo, con extremo de cuidado, con desenlace siempre feliz del proceso gestacional y del parto. Y por establecer como primera y única hipótesis de trabajo que la madre es la responsable de todo resultado lesivo que se produzca en el contexto de un parto. En esa medida se sesga, se genera lo que llamamos visión de túnel, donde más que basar el caso en la información objetiva que se va consiguiendo, la investigación acomoda la información a lo que se busca, a una decisión que es tomada anticipadamente, muchas veces en base a prejuicios y estereotipos de género».

Rosana Fanjul

Integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.

«Yo, que siempre creí en la justicia, no pensé que un forense fuera capaz de falsificar una autopsia para que una persona quedara presa. No pensé que se podía inventar una causa para que un fiscal fuera promovido a fiscal general. No pensé muchas de las cosas que han sucedido».

«La decisión de usar seudónimo en algunas de las historias es para bajar el nivel de condena social y pública, de exposición pública que tienen estas chicas. Tras que se enteraron de que estaban embarazadas, parieron y perdieron el bebé o tuvieron un aborto prematuro en el lapso de un segundo, no llegaron a digerir todo eso. Es un castigo tremendo. Y si se hace público, es el doble o el triple de castigo, porque hay una condena de su propia familia y de toda la sociedad en la que vive».

Bárbara Bernasconi

Psicóloga. Auxiliar de la justicia en el ámbito pericial. Investigadora en temas de violencia de género y diversidad, en particular violencia obstétrica. Docente de la Especialización en Psicología perinatal del Colegio de Psicólogos de San Isidro.

«Dentro de las posibles alteraciones de la salud mental en el momento de la gestación y el puerperio, la psicosis puerperal o posparto es una de las más graves y puede presentarse con sintomatologías muy extremas: insomnio, cambio del estado de ánimo, que la persona esté más irritable y también síntomas tipo maníaco depresivos. Cuando esto avanza, pueden encontrarse alucinaciones o ideaciones, lo que involucra riesgo de suicidio, infanticidio o descuidos, es decir manifestaciones de conductas riesgosas».

«Existen también, y con bastante mayor incidencia que la psicosis puerperal, las depresiones posparto. Son de los padecimientos de salud mental que menos se diagnostican, porque no se suele pedir ayuda y a veces se las confunde con una melancolía posparto o algo que a veces se le llama ‘baby blues’, que es un estado transitorio de los primeros días que a algunas personas les afecta por los cambios hormonales, y se las ve tristes o melancólicas, extrañando la gestación, o con cambios de humor, con algunos momentos de llanto».

«Ante eventos obstétricos que han tenido algún tipo de complicación, existen situaciones bastante frecuentes de estrés postraumático. Si estas situaciones no son tratadas, pueden llevar a cuadros aún más complejos».

«Un parto en avalancha es un evento sorpresivo que puede generar mucho temor, emociones muy fuertes. Hay un desconocimiento absoluto de estar transitando un embarazo; no hay un registro ni emocional ni cognitivo. Estamos hablando de una situación altamente traumática y de riesgo».

«Con la criminalización, se suelen vivir un montón de violencias que implican un recrudecimiento de lo traumático. Si transitan o esperan un juicio apartadas de sus familias, de sus redes, muchas veces de sus hijos anteriores, encontramos que el deterioro de la salud mental llega a dejar huellas que pueden transformarse en un daño psíquico permanente».

«Algo importante para destacar en relación con la salud mental y los eventos obstétricos que son criminalizados es que hay muy poca información en las personas que asisten al parto y al nacimiento. No conocen la complejidad psíquica de la persona que está transitando ya sea un embarazo, un parto o un aborto, y no suelen acompañar de maneras acordes».

Natalia Saralegui

Abogada. Coautora de los libros “Dicen que tuve un bebé” y “Entra una paciente, sale una denuncia”.

«Las causas en general son caratuladas con la calificación de homicidio agravado por el vínculo, un delito muy grave que tiene como pena en expectativa la prisión perpetua».

«Es una calificación ante la cual tienen que sonar todas las alarmas y tiene que activarse la maquinaria cuanto antes para lograr que lo que tenga por probado la justicia no sea un estereotipo de género (que por ser mujer una tiene que saber, o que por ser mujer una tiene que poder gestionar su evento obstétrico) sino que, por el contrario, son hechos que no deberían ser perseguidos penalmente».

Luciana Sánchez

Abogada. Fue parte del Consejo Nacional de las Mujeres. En 2015 comenzó a desarrollar desde el CNM en conjunto con la Secretaría de DDHH de la Nación la participación del Estado como amicus curiae en casos de femicidios y travesticidios.

«Los estereotipos presumen que todos los embarazos deben ser felices, que las mujeres embarazadas tienen un instinto por el cual no solo saben que están embarazadas sino que saben naturalmente atender su propio parto, una emergencia obstétrica durante el embarazo, durante el parto o después de él. Entonces, la primera reacción sanitaria del sistema de justicia ante el deceso fetal es culpar a la gestante».

Claudia Alonso

Médica ginecóloga y obstetra. Activista por el parto respetado y los derechos sexuales y reproductivos.

«El embarazo críptico es una condición de salud que consiste en un embarazo que pasa totalmente desapercibido para la mujer y para su entorno. Todos quienes hemos tenido la posibilidad de hacer guardias en una maternidad, hemos tomado contacto con estos casos».

«Los eventos obstétricos pueden suceder en cualquier lugar, porque se producen fisiológicamente o fisiopatológicamente, y hay circunstancias en las que no se puede controlar en dónde va a ocurrir. Cuando suceden, no hay posibilidad de hacer otra cosa más que entregarse a lo que está pasando. Son situaciones que colocan en riesgo la vida de la mujer a la que le está ocurriendo y, eventualmente, la vida de ese bebé».

«Cuando hay un mal desenlace y ocurre la muerte neonatal, estos eventos son criminalizados. En vez de tomarse como un accidente, como una situación que merece un abordaje desde la salud, el primer abordaje que se da es el de la criminalización».

Soledad Deza

Abogada. Presidenta de la Fundación Mujeres X Mujeres. Magister en “Género, Sociedad y Políticas Públicas” (FLACSO). Profesora de Feminismos Jurídicos en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

«Se viola el secreto profesional o la confidencialidad ─que es el derecho que tienen las usuarias a que se respete su intimidad dentro del espacio sanitario─, cuando esa esfera de privacidad que la ley protege se quiebra. Y se quiebra cuando el personal de salud, que es el responsable de garantizar y custodiar esa privacidad, revela información que ha llegado a su conocimiento de boca de su paciente en el marco de una consulta sanitaria».

«¿Yo mato cuando desarrollo o despliego acciones destinadas a quitarle la vida a una persona? ¿Mato con mi vagina mientras estoy pariendo? Si yo me desmayo y no puedo desplegar las acciones de cuidado que la ley o que los operadores del derecho estereotipadamente esperan de mí porque soy mujer, ¿yo mato? Si yo estoy desmayada, ¿cómo voy a cuidar?».

Stella Manzano

Médica especialista en ginecología y en medicina legal.

«Cuando se investiga un homicidio cometido por adultos, jamás falta el informe de histopatología, toxicología, todo. En cambio, cuando es un recién nacido ─que en todo libro de medicina forense te avisan que una de las cosas más difíciles de saber es si un recién nacido nació vivo o muerto─, ahí, sin embargo, no hay ningún estudio».

«Lo miran a simple vista, describen, le hacen esta pruebita de la docimasia hidrostática (prueba forense que consiste en introducir los pulmones de un recién nacido en agua para determinar si respiró), y listo, nació vivo y la madre lo mató».

Natalia Ávalos

Abogada. Integrante de la organización Libres las Queremos.

«La carga de la prueba se invierte, prácticamente, y son ellas las que tienen que demostrar que fueron inocentes, que no hicieron nada. Son mujeres pobres que no tienen posibilidad de salir de su casa, que nunca han salido».